2010-06-16

LAS MANOS, LA UNIDAD Y LA MUERTE

Es cierto que cuando nacemos
tenemos las manos cerradas
porque los puños nos relajan acaso
y pasan los días y el puño se va abriendo
y entra el dedo de la madre
y nuestros ojos son cada vez mejores
para distinguir lo que antes
era luz y sobre todo sonido
y entonces la mano se hace mano
y deja de ser puño.

Pocos utilizaremos el puño
y unos serán más diestros que otros
en alcanzar una mano
y al cerrarla hacerse de nuevo puño
dentro del que habrá otra mano.
Otros serán mejores que uno
para sostener las miradas
y para otros será más fácil
comunicarse
sólo con los ojos
sólo con las manos.
ahí no hay trampa:
las manos traen una historia
que otras manos verán;
la misma historia que traen los ojos
y que tocará otras cuencas
descanso de otras miradas
haciendo todo más auténtico
mientras somos antes de morir.

Y entonces al acercarnos al fin
vuelven a aparecer los puños solitarios
sin dentro nada, ni dedos de madre
ni manos de amante.
Los ojos también
quieren cerrar el círculo
y van mirándonos peor, más borroso.
dejándonos en solo luz y sonido
y después el sonido se va
y la luz se vuelve silencio.


Y cuando morimos
lo que queda alrededor
llora como el recién nacido
y la memoria va limpiándolo todo.

……y reflexiono….
cierro los ojos y las manos

Y me pregunto si quizá es por eso
que la costumbre hace
que la mano deje de ver
y la mirada deje de acariciar
y lo que tenemos más cerca
deja de ser hermoso
y esa persona
que vive con nosotros
ya no nos ve
y ya no vemos, ni escuchamos
y todo se moja
y todo se transforma
y hay que ser un equilibrista
para no caerse
de ese cable que nos une
que es lo más frágil que conozco.
La espada del tiempo lo corta
y te caes al vacío
donde ya no eres nada
y según caes
cierras los ojos
cierras las manos

y las baldosas ya no son amarillas
y todo es azul
y la soledad tiene forma de mujer
que no conozco
y que por eso está sola
no como esta que tengo delante
más preciosa y que sostengo
y que me sostiene colgado del cable.

(10-03-05)


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