2011-10-25

NO LA JUZGUES


Ya te había hablado de Erika...
pues bien, aquí otro esbozo de los suyos:

Ella camina desnuda sobre el suelo de la cocina
bajo sus pies, un manto de cristales rotos
anuncian la fragilidad y la relevancia de sus pasos
aunque siempre haya sitio para la redención
y la reinvención, la resurrección,
ella se agacha y se tumba en el suelo,
cristales enredados en su pelo,
se incrustan en sus párpados y acarician su sexo
fraccionada e inutilizada
siente cómo la verdad es algo tan sutil como punzante
y comprende en silencio
que cada uno de sus movimientos puede transformarse
en un rastro de dolor
Su piel arañada, desprende calor.
La luz de la ventana entra en finas hebras
como dedos de Dios,
la señalan sin piedad .
Lentamente deja que la luz le bañe
que se inmiscuya en cada pliegue y en cada aliento
descongelando la necesidad
la ingratitud
abriéndose paso a bocanadas a la futilidad del momento
donde descansa y habita la suavidad del vacío,
tan apaciguador
calando la carne y el espíritu
dejando tibias marcas que no se ven, que no se tocan
se sienten
mostrando la delgada pero firme unión de los contrarios.
Cómo un rayo siempre atraviesa la oscuridad
El ser siempre entraña el no ser
Como el día siempre abraza a la noche,
como la Luna se desvela ante nuestros ojos
por la mirada del Sol
Sin lucha, sin miedo y sin vencedor.
Sin temor a las sombras,
ellas sólo indican que la luz está cerca.
Sólo quiero ser yo


esta vez la foto no es mía.

No hay comentarios: